Vidrio soplado: el arte de la fragilidad
El vidrio soplado es una técnica que ha existido desde hace décadas, pero hace algunos años ha ganado terreno en el mundo del arte. Se trata de un esfuerzo por crear esculturas y piezas artísticas a partir de un pedazo de vidrio. Esta técnica conlleva delicadeza y belleza, pero también muchos riesgos. Aquí te contamos más sobre esta sorprendente expresión artística.
El vidrio soplado es una de las más delicadas y bellas formas de arte. Esta técnica involucra moldear el material con calor y, como sugiere su nombre, soplar. Es un acto relativamente simple que tiene el poder de crear piezas tanto funcionales como decorativas.
La historia del vidrio soplado
Esta técnica apareció hace poco en el mundo profesional del arte. Sin embargo, lleva practicándose desde hace siglos. De hecho, los primero registros de su existencia aparecieron en Mesopotamia y Egipto, en el año de 1500 ac. En aquellos tiempos, los habitantes de estas civilizaciones daban forma a sus propios recipientes. Lo realizaban al colocar vidrio caliente alrededor de núcleos sólidos y estiércol. Una vez que se enfriaba el vidrio, los núcleos se retiraban para revelar una forma hueca. Además de hacer tazones, en esta época también se crearon azulejos de vidrio.
Los sirios fueron los primeros en idear una forma de hacer vidrio soplado. Alrededor del año 300 a.C. crearon una herramienta tubular que serviría como base para la técnica que utilizamos hoy. Pronto llegó al Imperio romano, donde comenzaron a experimentar con la práctica al inventar nuevas formas. La técnica del soplado hizo posible la producción a gran escala y cambió la categoría del vidrio convirtiéndolo en un material de uso frecuente. Esta técnica obligó a mejorar la calidad del vidrio, ya que, se necesitaba alcanzar temperaturas superiores a las empleadas hasta el momento en las pastas vítreas.
Años más tarde, las invasiones islámicas y el desplazamiento de los mercaderes de Oriente llevaron el vidrio y su avanzada tecnología a Europa. Una vez en el continente europeo, el vidrio soplado alcanzó su mayor apogeo en Italia.
Muchos años después, esta técnica se popularizó alrededor del mundo y finales del siglo XVII, con la llegada del art nouveau, la fabricación en masa de piezas de vidrio soplado comenzó.
Las técnicas del vidrio soplado
A grandes rasgos, el soplado de vidrio es una técnica de formación de piezas que consiste en inflar el vidrio fundido en una burbuja con la ayuda de una cerbatana (o tubo de soplado). Aunque su historia es muy larga y se ha extendido alrededor del mundo, la técnica del vidrio soplado hasta la actualidad ha cambiado muy poco la tecnología empleada. De hecho, sólo destacan dos grandes maneras de fabricarlo: soplado al aire y soplado moldeado.
En su realización es necesario un taller específico, además de tener los conocimientos necesarios para poder realizar esta compleja técnica, que es todo un referente de los oficios artesanales que se mantienen hoy día.
Soplado al aire
Este método es el más implementado en el mundo artístico debido a su demandante creatividad. Consiste en llevar al punto de fusión a una pequeña cantidad de vidrio. Una vez logrado, se sopla dentro de él a través de un tubo metálico largo también llamado caña para hacer burbujas en él y, a partir de ahí, darle la forma deseada.
La caña puede ser más corta, para facilitar la manipulación, se combinan soplos cortos y soplos rápidos y fuertes. Los expertos son capaces de formar casi cualquier forma de recipiente y otros objetos, rotando la vara, haciéndola pivotar y controlando la temperatura de la burbuja mientras que soplan
Los trabajadores calificados son capaces de dar forma a casi cualquier forma de recipiente rotando la tubería, balanceándola y controlando la temperatura de la pieza mientras sopla. Pueden producir una gran variedad de objetos de vidrio, desde vasos para beber hasta vidrio de ventana.
Soplado en molde
Esta técnica conlleva básicamente el mismo procedimiento que el soplado al aire, pero con la diferencia de que los artesanos dan forma a las figuras con ayuda de un molde de acero y bronce. Se utiliza mucho, sobre todo, para hacer vasos y botellas de vidrio.