Grana cochinilla: un pigmento mexicano utilizado por Van Gogh
La grana cochinilla es el pigmento natural más importante de México. Su uso se remonta a la época prehispánica, cuando los mixtecos descubrieron su uso. Tiempo después, durante la colonización, este elemento ganó fama en Europa, en donde se volvió muy preciado. Incluso pintores como Rembrandt y Van Gogh utilizaron este colorante mexicano. ¿Quieres saber más? Descúbrelo aquí.
La grana cochinilla es un pigmento natural que se obtiene al aplastar unos pequeños insectos. Lo sorprendente es que este pequeño bicho es un parásito que se puede encontrar dentro de los nopales y las tunas. De él se obtiene un extracto de color rojo natural o carmesí, que al ser mezclado con ácidos (como el jugo de limón) da otros tonos de rojo, pero al combinarse con los alcalinos cambia a morado. Hoy en día, el extracto de cochinilla es considerado el colorante natural con mejores características tecnológicas, pero se utiliza cada vez menos debido a su alto precio. Sus aplicaciones son diversas, un ejemplo es la industria de alimentos: mermelada, yogur, helados y bebidas con un color rojo muy agradable.
La grana cochinilla en la época prehispánica
Durante la épooca prehispánica, la grana cochinilla jugó un papel cultural y económico muy importante. Este colorante fue inicialmente utilizado por los mixtecos, quienes implementaron un sistema para criar al pequeño insecto. En dicha cultura, la intensidad del color rojo obtenido le permitió ingresar al mundo mágico de los símbolos sagrados, incluso fue utilizado como tinta para escribir códices sagrados. Los indígenas la llamaban nocheztli “sangre de tuna” y era uno de los tributos que los aztecas exigían a este pueblo dominado por ellos.
Recordemos que en aquella época, la vestimenta tenía un peso político y religioso muy importante. Este elemento otorgaba estatus y marcaba jerarquías, por ello, una característica altamente valorada de estas prendas, además de su valor ceremonial y de intercambio, se relacionaba con los tintes usados para teñirlas.
Cuando los españoles colonizaron a los pueblos indígenas mexicanos, pronto descubrieron este maravilloso tinte. Cuya intensidad entusiasmó a la nobleza española, así el rojo mexicano recorrió el planeta como tinte preciado convirtiéndose en un negocio millonario.
El rojo mexicano es utilizado por artistas internacionales
Cuando los españoles se percataron de este pigmento natural, no dudaron en llevarlo a Europa. De esta manera, la cochinilla se convirtió en una fuerte competencia para los colorantes europeos, pues con él se teñía la ropa de reyes, nobles y del clero. Incluso se utilizaba para pintar artesanías y tapices. Puesto que la grana cochinilla era la fuente de un color rojo más intenso y duradero que cualquier otro color disponible en aquel entonces, su demanda se disparó como colorante para suntuosas sedas, terciopelos y tapicería europeos.
De acuerdo con el New York Times, “el comercio de este pigmento produjo una gran riqueza para la Corona española y proporcionó la paleta de rojos que teñiría el arte sacro y secular europeo durante más de tres siglos.”
El comercio era tan rico que la grana cochinilla era la segunda exportación más valiosa de las colonias americanas de España, solo después de la plata y más rentable incluso que el oro
Vincent Van Gogh utiliza la grana cochinilla
Tal fue la importancia de este pigmento en Europa que incluso llegó a manos de artistas muy importantes. Entre ellos se encuentran Rembrandt, Tiziano y Van Gogh, quienes lo mezclaron para crear muchas tonalidades en decenas de pinturas.
Una de las obras del artista holandés en donde se puede apreciar este pigmento es en La tercera versión de “La habitación de Van Gogh en Arlés”. Incluso, existe una pequeña nota que Vincent Van Gogh escribió a su hermano en el que se refiera a la grana cochinilla y que dice ” “el color rojo del vino, es cálido y vivo como el vino”.
