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EL ORIGEN DE LOS CHILES EN NOGADA

En México, el mes de septiembre es uno de los más importantes del año. En esta época celebramos la independencia mexicana y ¡lo hacemos a lo grande! Una de las tradiciones más importante es reunirse con la familia para compartir platillos típicos del país. Y uno de los favoritos es el chile en nogada, un delicioso platillo con mucha historia.

Existen diferentes versiones acerca del origen de los chiles en nogada. Hay quienes afirman que fue creado por monjas de Puebla; otros dicen que fue creado para un importante militar de la época. Según esta versión, las monjas del convento de Santa Mónica en Puebla tuvieron que elaborar su mejor platillo para celebrar el cumpleaños Agustín de Iturbide. Incluso hay quien asegura que este platillo ya existía en la época del virreinato. La realidad es que la receta de los chiles en nogada tal y como los conocemos aparece en documentos escritos hasta la segunda mitad del siglo XIX.

Una receta con mucho amor

Una de las versiones más difundidas es la que escribió el cronista Artemio de Valle-Arizpe. Él contaba que en el ejército Trigarante, dirigido por Agustín de Iturbide, había tres oldados, cada uno con una novia que los esperaba a su regreso en Puebla. Cuando el régimen llegó a la región poblana, ellas quisieron recibirlos con un platillo especial que debía tener los colores de su uniforme (verde, blanco y rojo). Cada una buscó un ingrediente de esos colores y no quisieron recurrir a ningún recetario.

Entonces, le rezaron a la Virgen del Rosario y a San Pascual Baylón, santo que también aparece en las historias sobre el origen del mole:

San Pascualito Baylón
báilame en este fogón;
yo pongo aquí este guisito
y tú pones la sazón.

¿Esta receta existía antes de la independencia?

Hace unos años, el arqueólogo Eduardo Melo, quien fue coordinador Coordinador de Arqueología en el Centro INAH de Puebla propuso un a nueva versión. Según Melo, el origen de los chiles en nogada viene desde el virreinato y no era un plato fuerte, sino un postre.

El arqueólogo explica que , durante esa época, los primeros pobladores de la Nueva España eran andaluces. Ellos acostumbraban a celebraba las ocasiones importantes con banquetes abundantes y variados. Las monjas de aquella época se encargaban de la repostería y los postres de esos banquetes. Casi siempre inventaban postres nuevos para sorprender a los asistentes.

En una ocasión, las monjas crearon un postre inspirado en un platillo español (pimiento relleno). Así crearon un postre que consistía en un chile relleno de fruta seca y bañado en crema de nuez.

Un día, el ejército trigarante visitó Puebla tras ganar una batalla. Las monjas quisieron ofrecerle un festín por sus logros y por su cumpleaños. Para ello prepararon el postre de chile relleno, pero agregaron otros ingredientes para darle al platillo los tres colores del ejército trigarante (verde, blanco y rojo).

Con el tiempo, el platillo fue evolucionando y un día alguien agregó carne molida al relleno. Esto fue un punto clave, pues pasó de ser un postre a un platillo típico tradicional.

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