En México existen más de 300 variedades de tamales
El tamal es un platillo tradicional mexicano muy popular. Puedes encontrar este elemento de la cocina mexicana en cualquier estado, claro con sus propias características. Según animal goumet, una de las revistas más importantes sobre gastronomía mexicana, existen más de 300 variedades de tamales en todo el país. Aquí te contamos de algunas.
El 2 de febrero se celebra el día de la candelaria. Tradición que consiste en vestir figuras de yeso del Niño Dios para bendecirlos en la iglesia. Además, en esta fecha, las familias mexicanas se reúnen para preparar tamales de maíz y la persona encargada de cocinarlos es aquella a la que le salió un niño en la Rosca de Reyes del 6 de enero. Así, el día de la candelaria también se vuelve el pretexto perfecto para celebrar la gran diversidad de tamales que existen en México.
El origen del día de la candelaria
Según algunos historiadores, el día de la candelaria es una mezcla entre la religión católica y las tradiciones prehispánicas. Según el sociólogo Arturo Cardoso, el origen de esta tradición se remonta a la época del virreinato. Según esta versión, el 2 de febrero la iglesia católica celebrara los 40 días del nacimiento del niño Jesús y se conmemoraba que la Virgen había acudido a la iglesia para presentar a su hijo. Asimismo, en esa época, los mexicas realizaban ofrendas y rituales para los tlaloques, es decir, los ayudantes de Tláloc, el dios de la lluvia.
Asimismo, en aquella época los habitantes de varios poblados llevaban a la iglesia mazorcas (Maíz) con el fin de que estas sean bendecidas para sembrarlas posteriormente y así cumplir con el ciclo agrícola, este proceso o ritual que hacían nuestros antepasados junto con el 2 de febrero que de acuerdo al calendario azteca era el primer día del año y lo celebraban en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl, todo esto coincidió con el día en que se presentó al Niño Jesús ante el Templo de Jerusalén.
Las diferentes variedades de tamales en México
El tamal es uno de los platillos más importantes en México. Su preparación se remonta a épocas prehispánicas y era consumido tanto por la gente común como por los nobles. La evidencia arqueológica muestra el tamal como parte de la vida cotidiana de algunas culturas de México en la época prehispánica, como los olmecas, los mexicas y los mayas, además de usarse en rituales religiosos, en ofrendas y tumbas.
Hoy en día, los tamales se consumen en todo el país de forma cotidiana. Según algunos chefs y gastrónomos, este platillo tiene diferentes representaciones en cada estado y debido a que existen diferencias de tamaño, envoltura, relleno e ingredientes, hoy se pueden contabilizar hasta 370 variedades. Aquí te contamos de algunas para que puedas probarlas en el día de la candelaria.
Campeche: Brazo de mestiza
En este estado, se acostumbra comer un tamal elaborado con masa de maíz a la que se le agregan trozos de chaya. La chaya es una planta típica de la península de Yucatán y es utilizada para preparar diversos guisos y aguas frescas. La masa con chaya es aplana para formar un cuadro de 30 centímetros aproximadamente; luego se rellena con huevo cocido, se enrolla, se cubre con hoja de plátano y se cuece al vapor. Se sirve rebanado, bañado con salsa de chiltomate y espolvoreado con pepita de calabaza molida.
Tamales de chipilín o chepil
Estos tamales son de la región Olmeca y náhuatl de México, es decir, Tabasco y norte de Chiapas. Consisten en una masa martajada revuelta con hoja de un arbusto llamado chipilín (chepil), va acompañada de hebras de carne de cerdo o de pollo envueltas en hoja de maíz o plátano. Se acompañan con salsa roja picante o salsa únicamente de tomate.
Tamales de dedo
Este tipo de tamales son originarios del norte de México. Sobre todo se encuentran en Coahuila y Nuevo León. Se llaman de esta forma por su tamaño, ya que son de una proporción muy pequeña. Pueden ir rellenos de carne deshebrada, machaca o queso asadero. Generalmente se sazonan con chiles secos para darle humedad a la masa.
Zacahuil
Probablemente este es el tamal de mayor tamaño y volumen. Conocido también como tamal de fiesta, es propio de la región Huasteca. Este tamal, que se prepara en una tina de metal (batea, o tina en forma de canoa), puede llegar a medir tres metros y pesar hasta 50 kilos. Por su tamaño, se cuece en un horno horizontal de tierra (barro) calentado con brasas de leña. La masa, que es de maíz martajado, es decir maíz ligeramente molido, deben de quedar trozos sin moler (a diferencia de la mayoría de tamales en que el maíz se muele más), se pinta de un ligero color rojo con un polvo de chile seco. Regularmente se rellena de carne de puerco o pollo, poniéndolo a cocer con trozos de hueso.
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