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Leonora Carrington, la artista que desafió todas las reglas

Leonora Carrington es una de las mujeres pioneras en adentrarse en el estilo surrealista. Su historia de vida y su formación artística, la llevaron a crear obras desconcertantes y maravillosas. Su mundo imaginario estaba lleno de gnomos, duendes, gigantes y fantasmas, producto de su educación irlandesa y del contacto con la mitología celta. En sus obras se reflejan las leyendas celtas, la ficción y hechos que marcaron su vida.

El 25 de mayo se mantuvo nueve años de su fallecimiento, por eso te contamos los detalles más asombrosos de la artista.

La desobediencia, el inicio de todo

Leonora nació en una familia aristócrata de Clayton Green de  Chorley en  Lancashire Inglaterra. Su padre era un adinerado hombre de negocio y por ello aspiraba a casarla con un miembro de la realeza británica. Incluso, Elena fue presentada como debutante en la corte de Jorge V para conseguir un esposo de clase alta.

Asimismo, Elena asistió a diversos colegios para señoritas, en donde se suponía que debía aprender modales. Primero asistió al Convento del Santo Sepulcro, un colegio para mujeres de alta sociedad que estaban destinadas al mercado del matrimonio. Elena quebrantó las pautas del colegio, pues se interesaba por temas que eran considerados exclusivos para los hombres. Además, la pequeña pasaba mucho tiempo fantaseando con un mundo imaginario. Todo ello la llevó a ser expulsada.

De Leonora Carrington, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=61756057
Cocodrilos de Leonora Carrington

Su padre, esmerado en convertirla una mujer apta para el matrimonio, la envió a diversas escuelas de ese tipo. Pero el ímpetu y carácter de Elena la llevaron a ser expulsada de todos ellos. El padre de Elena siempre se opuso al interés de su hija por incursionar en el mundo del arte, pero, con el apoyo de su madre, Carrington fue enviada a estudiar a Florencia. Ahí ingresó a la escuela para jovencitas Miss Penrose School for girls, en donde se adentró en el arte de los museos de la región. Años más tarde fue enviada a París a una escuela privada de modales para señoritas, de donde también fue expulsada.

Años después, en 1936 Elena ingresó en la academia Ozenfant en Londres. Ya entrada en el mundo del arte la pintora asistió a la primera exposición surrealista que abrió en Inglaterra. Ahí conoció el trabajo del destacado artista Max Ernst, con quien coincidiría tiempo después.​

Activismo durante la Segunda Guerra Mundial

Max Ernts se convirtió en su maestro y tiempo después comenzaron una relación amorosa, mudandose a París. Instalada en un nuevo país, Carrignton mejoró su técnica y se integró al grupo surrealista de Andre Bretón. Ahí convivió con artistas como Salvador Dalí, Joan Miró, Man Ray, Pablo Picasso, Lee Miller y Luis Buñuel. 

By Hermann Landsdorf - https://scalar.usc.edu/works/the-space-between-literature-and-culture-1914-1945/media/emigrs-in-peggy-guggenheims-new-york-apartment-1942--lr-front-williamstanley-hayter, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=90147320
Círculo de los surrealistas. En la parte de abajo aparece Leonora. Imagen de By Hermann Landsdorf

Durante la ocupación nazi de Francia, la artista se unió junto a otros pintores surrealistas al Freier Künstlerbund, movimiento subterráneo de intelectuales antifascistas. Meses después, Max Ernst, fue identificado como residente extranjero proveniente de país hostil y fue arrestado. Tras su detención e internamiento en el campo de concentración Les Milles. Muchas versiones afirman que Leonora no soportó el hecho de que Max fuera encarcelado y eso la llevó a ser internada en un manicomio.

Su paso por el manicomio

Sin embargo, Elena Poniatowska, una de las pocas periodistas que logró acercarse íntimamente a la artista, ha desmentido esa versión. Según narra Poniatowska, Leonora siempre mostró su rechazo al nazismo y constantemente denunciaba en las calles de Madrid a Hitler, a Franco y a Mussolini. Después del episodio del arresto de Max, Leonora continuó luchando y denunciando la injusticia. Incluso llegó a pedir una entrevista con Franco para pedirle que no se aliara con Hitler ni con Mussolini. Asimismo, la artista se dedicó a repartir volantes y propaganda política. Por ello fue tildada de loca.

“Si la tacharon de loca era porque fue una clarividente y se dio cuenta del peligro antes que nadie”

Elena Poniatowska

Después de ello, su padre acordó con la embajada encerrarla en un psiquiátrico de Santander. En ese lugar era habitual encerrar a mujeres que renunciaban a los estándares impuestos para ellas en esa época. Durante su estancia en el hospital, Elena fue sometida a duros tratamientos psiquiátricos. Entre ellos, terapia de choques eléctricos y altas dosis de fármacos, además pasaba mucho tiempo atada de manos y pies.

Su encuentro con México

Más tarde su familia quiso transferirla a un segundo hospital en Sudáfrica. Pero, de camino en Lisboa, Leonora consiguió escapar de su enfermera. La artista acudió a la embajada mexicana donde Renato Leduc, poeta y diplomático, la esperaba. Según algunas versiones fue Pablo Picasso quien arregló el encuentro y pidió a Renato que se casara con ella para que pudiera escapar de Europa, de la guerra, y de la influencia de su padre.

Fue así como Leonora contrajo matrimonio con Renato y se mudaron a Nueva York. Ahí vivieron un tiempo, para después divorciarse. Un año después la artista emigró a México, en donde se encontró a otros artistas exiliados, entre ellos Remedios Varo. Por ese entonces escribió Abajo, texto que recoge sus experiencias en el psiquiátrico de Santander.

By Museo Leonora Carrington
By Museo Leonora Carrington – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=79606411

En México logró desarrollar todo su potencial artístico e integró muchos elementos mitológicos de México en sus obras. Su trabajo fue apoyado por el mecenas Edward James, quien fue su mayor coleccionista.

Aunque al inicio su carrera en México fue opacada por el movimiento muralista, pero con el paso del tiempo su obra comenzó a ser reconocida. Incluso, en 1963 el director del Museo Nacional de Antropología le pidió que creara un mural sobre la cultura maya.

By loppear - The Magical World of the Mayans, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=42807435
El mundo Mágico de los Mayas de Leonora Carrington. Imagen de Lloppear

Leonora participó en el movimiento feminista de su época

Una de las facetas de Leonora de las que poco se habla es su participación en el movimiento feminista. En muchas ocasiones la artista enunció que dentro del mundo artístico el papel de las mujeres no era reconocido. Leonoro siempre remarcó que dentro del círculo surrealista de Bretón los artistas tenían ideas retrógradas de las mujeres. Regularmente se les veía como simples musas y ella rompió con ese ideal:

“Estaba demasiado ocupada rebelándome contra mi familia y aprendiendo a ser una artista”.

En los 1970s, Carrington se unió al movimiento feminista en México y produjo ‘Mujeres Conciencia’. Se trata de una obra de dos figuras femeninas, una blanca y una negra. Parecen estar intercambiando dos frutas de colores opuestos, probablemente manzanas. Al centro de la imagen se erige una serpiente cuyo punto de origen es una cruz simétrica, la parte inferior de la cruz. Todos los elementos de este cuadro se relacionan al mito judeo-cristiano de la expulsión del paraíso, pero en este cuadro no hay Adán, sino dos mujeres intercambiando los frutos del árbol del conocimiento: mujeres conciencia.

Mujeres conciencia de Leonora Carrington
Mujeres conciencia de Leonora Carrington


Asimismo, en muchas entrevistas y testimonios Leonora Carrington declaró estar consciente de los obstáculos y las dificultades que se presentan a la mujer artista.

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