El tianguis: eje fundamental de la cultura prehispánica
El tianguis es un espacio lleno de colores, sabores y olores. En estos lugares podemos encontrar todo tipo de elementos culturales y gastronómicos. En la actualidad, los mercados ambulantes nos permiten acceder a alimentos frescos y locales, lo cual beneficia a la economía nacional.
Durante la época prehispánica, el tianguis no sólo era un eje fundamental de economía, además representaba un espacio de encuentro e intercambio entre las diferentes culturas.
El tianguis en la cultura prehispánica
La palabra tianguis proviene del náhuatl tianquiz(tli), que significa mercado. En la cultura prehisánica, el tianquiztli ocupaba un lugar muy importante, pues era un espacio de intercambio cultural y económico. Eran instalados en las zonas urbanas más importantes de la región. Ahí llegaban miles de personas de distintas culturas para comprar o vender sus mercancías.
Puesto que en estos espacios convergían personas de diversas culturas con “monedas diferentes”, el cacao y algunas herramientas de cobre funcionaban como un medio de compra-venta universal. Asimismo, el trueque facilitaba el intercambio entre los diversos comerciantes
Estos centros de distribución eran organizados por los gobernadores de las ciudades, quienes buscaban el intercambio de bienes para abastecer a sus pobladores de las mercancías necesarias para la vida.
Organización de los tianquiztli
Dada la magnitud de los tianguis, el número de personas que llegaban a asistir y la diversidad de mercacías que ahí confluían fue necesario instaurar un método organizativo. Según algunos historiadores, los tianguis se instalaban en determinados periodos en las grandes plazas. Por ello, los comerciantes formaban pequeños pasillos para que los compradores pudieran pasar entre los puestos. Asimismo, los negocios se establecían de acuerdo a su especialidad, en ellos se podría encontrar todo tipo de alimentos, desde los básicos hasta los más exóticos.
Además, los gobiernos instauraron diversas estrategias para evitar conflictos durante los intercambios. Así surgieron los cozmatzin y los tzompantzin, quienes eran la autoridad en estos espacios y los encargados de mantener el orden y justicia. De igual manera, existía lo que puede considerarse una casa de audiencia. Ahí habían personas encargadas de castigar a los delincuentes o estafadores que causaran problemas. Según el historiador Pascale Villegas, si alguien era encontrado haciendo trampa o robando era detenido y muchas veces era ejecutado.
La mirada española sobre los tianguis
Cuando los conquistadores españoles llegaron a Tenochtitlán quedaron sumamente sorprendidos al ver la organización y magnitud de los tianguis. De hecho, se han encontrado escritos de los primeros españoles que llegaron a la región en donde describen sus impresiones sobre los “mercados ambulantes”.
“Llaman tianquiztli al mercado. Cada barrio y parrocha tiene su plaza para contratar el mercado. Mas México y Tlatelulco, que son los mayores las tienen grandísimas. Especial lo es una de ellas, donde se hace mercado los más días de la semana; pero de cinco en cinco días es lo ordinario, y creo que la orden y costumbre de todo el reino y tierras de Moctezuma. La plaza es ancha, larga, cercada de portales, y tal, en fin, que caben en ella sesenta y aun cien mil personas, que andan vendiendo y comprando; porque como es la cabeza de toda la tierra, acuden allí de toda la comarca, y aún lejos. Y más todos los pueblos de la laguna, a cuya causa hay siempre tantos barcos y tantas personas como digo, y aún más”
Francisco López de Gómara
Otra de las cosas que más impresionó a los españoles sobre los tianguis fue el número de personas que ahí se reunían. Según algunos textos que se han encontrado, el tianguis de Tlatelolco fue uno de los más impresionantes, pues ahí convergían hasta 60 mil personas.
“Cortés y el Conquistador Anónimo, dos de los testigos oculares, no esconden en sus escritos su estupefacción, se quedaron boquiabiertos ante el número incalculable de personas reunidas. Los primeros testigos oculares avanzan la cifra de entre 40 000 y 60 000 personas“
Pascale Villegas
Así, los españoles entendieron que estos lugares de venta al aire libre representaban un elemento cultural muy importante. Por ello, tras la caída de Tenochtitlán, los conquistadores levantaron sus centros religiosos cerca de donde se instalaban los tianguis.
El tianguis en la actualidad
En la época actual los tianguis siguen jugando un papel muy importante en la economía del país. Asimismo, siguen jugando un papel fundamental en la construcción de la identidad mexicana. En ellos podemos conocer la diversidad cultural y gastronómica de toda la república.
Aunque existen tianguis en casi todo el país, algunos se conservan desde la época prehispánica. Entre ellos se encuentran: el de Cuetzalan en Puebla, el de Chilapa en Guerrero y el de Ixmiquilpan en Hidalgo. ¿Los has visitado?