Sofonisba Anguissola, la primera mujer artista reconocida en la historia.
A lo largo de la historia han existido muchas mujeres artistas. Sin embargo, muchas de ellas tuvieron que permanecer en el anonimato para no ser juzgadas por la sociedad. Una de las primeras mujeres que la historia ha reconocido como artista es Sofonisba Anguissola. Esta pintora trabajó junto a Alonso Sánchez Coello, a quien le atribuyeron una de las obras de la artista, ¿quieres saber de qué obra se trata? Continua leyendo este artículo y descubre más sobre esta mujer artista.
¿Quién fue Sofonisba Anguissola?
Sofonisba es la primera mujer en ser reconocida como artista renacentista por la historia. Nació en 1535 en Cremona, ahora Italia. Era la mayor de seis hermanas y un hermano. Su padre, Amilcare Anguissola animó a todas sus hijas a adentrarse en el mundo del arte y aunque muchas se convirtieron en pintoras, sólo Sofonisba logró ser reconocida.
Cuando Sofonisba cumplió 14 años fue enviada, junto a su hermana, a estudiar con Bernardino Campi, un reconocido pintor de retratos y escenas religiosas en la escuela de Lombardía. Tiempo después, la artista fue estudiante de Bernardino Gatti durante algunos años.
Sus estudios con artistas locales sentó un precedente para que las mujeres pudieran ser aceptadas como estudiantes de arte
Sofonisba perfecciona su técnica
Uno de los momentos más importantes en la carrera de esta pintora fue a partir de 1554, cuando realizó un viaje a Roma. Ahí, conoció al importante artista Miguel Ángel, gracias a la recomendación de otros artistas que comenzaban a interesarse en la pinturas de Anguissola. Según algunas versiones históricas, Miguel Ángel instruyó a la artista porque vio en ella un gran talento. Durante al menos dos años, Sofonisba continuó este estudio “informal”, recibiendo una sólida orientación del mismo Miguel Ángel.
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Aunque la pintora comenzaba a ser reconocida por sus impresionantes obras no pudo seguir su formación en otras disciplinas como la anatomía o el dibujo natura. Esto debido a que en esa época era inaceptable que una mujer viera cuerpos desnudos. Esta situación la llevó a perfeccionar su técnica de retratos y se dedicó a pintar a personas con poses informales.
Obras atribuidas a otros artistas
Tiempo después la artista viajó a Milan, y en 1558 retrató al duque de Alba, quien años más tarde se encargaría de los esposales entre Felipe II e Isabel de Valois. Una de las tareas del duque era encontrar a las damas que acompañarían a la reina y decidió que Sofonisba sería una excelente compañía para la reina, quien era una gran fanática del dibujo. Fue así como esta joven artista fue a vivir a la corte española y se convirtió en su pintora.
Fue en España que Sofonisba conoció al famoso pintor de fotografía Alonso Sánchez Coello, quien compartía con ella algunas de sus técnicas. La joven pintora aprendió tanto de Sánchez Coello que en muchas ocasiones sus pinturas se llegaron a confundir. En especial, el retrato de Felipe II fue atribuido durante muchos años a Alonso Sánchez. Sin embargo, a mediados del siglo pasado la autoría de la obra se puso en duda, pues se encontró la posibilidad de un pincel italiano, que pronto se concretaría en el de la pintora Sofonisba Anguissola.
La dama de Armillo
Esta obra ha sido atribuida a El Greco, quien como Sofonisba Aguissola tenía un estilo artístico muy parecido al de Sánchez Coello. Aun existen muchas dudas sobre la protagonista y la autoría de la obra. Algunos historiadores sugieren que el autor no fue El Greco, sino Sofonisba Anguisola.
De vuelta en Italia
Sofonisba decidió regresar a Italia aproximadamente en 1573. Durante un tiempo vivió en Sicilia, pero al quedarse viuda se mudó a Génova. Ahí residió durante algunos años y gracias a su fortuna pudo vivir cómodamente pintando. Gracias a la fama que había alcanzado muchos de sus colegas la visitaban para aprender de ella.
